viernes, 11 de noviembre de 2016

Viernes 4 de Noviembre. Visita museo Kiasma.

Este día nos dijeron que saliéramos un poco antes del hospital para asi poder conocer a Matleena, una chica que que también va a ir a España con una beca. Resulto que estudiaba lo mismo que nosotros y tras hablar un poco nos dirigimos al bus que nos llevaría al museo Kiasma, al que nos apetecía mucho ir, además de eso al ser el primer viernes del mes la entrada era gratuita lo cual mejor que mejor.

Al principio no sabíamos muy bien que esperarnos, pero nos sorprendimos gratamente al comenzar a ver las exposiciones. Una de las que  más nos llamó la atención fue una sala en la que habia jarrones de distintos tamaños y colores con unos cartoncitos tapando la apertura. La obra consistía en quitar los cartones y oler las distintas fragancias que habia, algunas eran geniales, otras...no tanto (con la ayuda de una tarjetita podiamos saber que estabamos oliendo) y al final se encontraban todas las fragancias en el centro en un jarrón gigante.

Otra de las cosas que nos impactó bastante fue una exposición sobre la circuncisión femenina(ablación), era una serie de fotografias que nos enseñaba lo que sufrían dos hermanas en un país tercermundista, además de educarte sobre este tema puesto que cada foto venía con la historia que habia detrás de ella.

Después de eso fuimos a una sala en la que las exposiciones eran muy...curiosas, una de ellas era un video al que a una persona se le realizaba una endoscopia (si es muy raro,nos hemos dado cuenta jajaja) que debido a lo que estudiamos nos parecio muy interesante.

Finalmente una de las obras estrella en nuestra opinión era la de un globo terraqueo enorme hecho de luces de neón de color rojo, lo cual le daba un aspecto asombroso, y algo terrorifico pues hace que te des cuenta de lo que le estamos haciendo al planeta y como lo estamos dañando.

Decidimos que ya era hora de irnos y cogimos nuestras cosas de las taquillas, cuando nos dimos cuenta de que María no encontraba ni sus guantes ni su abono, buscamos por todos lados y no aparecían hasta que decidimos preguntar en recepción, y resultó que se les habían caído a ellos al guardar nuestras cosas.

Contentos de que todo hubiera salido tan bien nos dirigimos hacia nuestra  residencia para recargar las pilas para el viaje que nos esperaba al día siguiente.

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